Los múltiples beneficios de la curcumina para la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa
Durante miles de años, la curcumina se ha utilizado como colorante y saborizante en platos culinarios, así como por sus cualidades curativas. De hecho, durante aproximadamente 5.000 años, los profesionales de la medicina china y ayurvédica han utilizado la curcumina como tratamiento para curar heridas y la inflamación.
24 de noviembre | 2023
La curcumina es un compuesto químico de origen vegetal polifénico de color amarillo intenso con actividad antioxidante que estimula la digestión y la salud cerebral. Si bien técnicamente se obtiene del rizoma de la cúrcuma, la curcumina que se extrae ofrece varios beneficios clínicos, mientras que la cúrcuma por sí sola no se considera un «agente terapéutico».
Si bien en la cultura oriental la curcumina es muy conocida, en occidente, sus beneficios clínicos no se estudiaron hasta los años 1970, cuando los investigadores empezaron a analizar su eficacia biológica.
Si echamos un vistazo a sus propiedades, entendemos por qué la curcumina se suele considerar «El Medicamento Milagroso de la Vida». La curcumina presenta efectos neuroprotectores, anticancerígenos, cardioprotectores, carminativos, antirreumáticos, hipotensores, antimicrobianos, antivíricos y actúa también como antídoto de venenos, entre muchos otros1,8,9,10.
La curcumina ha suscitado gran interés clínico en todo el mundo ya que cada vez se dispone de más evidencias de sus beneficios terapéuticos, sobre todo para el tratamiento de la inflamación crónica.
Recientemente, un gran número de ensayos clínicos, ha determinado que la curcumina puede inducir y mantener la remisión de manera rápida en pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal (EII)8.
En concreto, en el tratamiento de la EII, lo que más interesa son sus potentes propiedades antiinflamatorias y antioxidantes10.
Actividad antioxidante de la curcumina
Los antioxidantes son especialmente beneficiosos para las personas que sufren trastornos antiinflamatorios, ya que combaten el estrés oxidativo, una de las causas de la inflamación crónica.
El estrés oxidativo funciona del siguiente modo: a veces, las moléculas de oxígeno del organismo se dividen en átomos individuales con electrones desapareados. Se vuelven «radicales libres» inestables que buscan otros átomos para unirse a ellos. La unión de estas especies reactivas del oxígeno (ROS) a otros átomos causa reacciones rápidas de oxidación en el organismo. Si esto ocurre de forma continuada, puede desencadenar estrés oxidativo, lo que a su vez causa inflamación crónica y daño celular.
La curcumina no solo ejerce efectos antioxidantes, sino que al parecer estimula también el sistema de defensa antioxidante propio del organismo. En primer lugar, la curcumina neutraliza o bloquea la actividad de las ROS e inhibe las enzimas que las generan (como LOX, COX y xantina oxidasa). Asimismo, aumenta los niveles de glutatión (GSH), un antioxidante natural que produce el cuerpo humano. Además, la curcumina inhibe la lipoperoxidación, es decir, la reacción de oxidación espontánea en cadena derivada del ataque de los radicales libres sobre los lípidos del organismo,1,2.
Al actuar sobre los radicales libres y al estimular el sistema de defensa antioxidante propio del organismo, la curcumina puede reducir la inflamación crónica que conduce a la EII y proteger al organismo de un mayor daño tisular2.
Beneficios antiinflamatorios de la curcumina
La curcumina es un inhibidor natural de las vías de señalización NF-kB. La sobreactivación de estas vías puede causar la desregulación del sistema inmunitario, que provoca inflamación exagerada y daño tisular. Al inhibir estas vías, la curcumina proporciona alivio a los pacientes con EII. Sin embargo, está es solo una de sus múltiples acciones antiinflamatorias3,4.
Los pacientes que padecen EII, en general, presentan niveles abundantes de factor de necrosis tumoral (TNFα), una citoquina proinflamatoria y mensajero proteínico. Esta citoquina es el objetivo principal de tratamientos biológicos como infliximab o adalimumab (Remicade y Humira). Se ha observado que la curcumina inhibe el TNFα, por lo que representa una alternativa segura y menos agresiva para los pacientes antes de iniciar un tratamiento biológico 5,6.
Además, la curcumina inhibe también la actividad de la interleucina-1 (IL-1β), una citoquina proinflamatoria que producen los glóbulos blancos, de la cual se han detectado cantidades elevadas en personas con enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa5.
En conjunto, estos efectos de la curcumina inducen la remisión rápida en pacientes con EII que no responden bien al tratamiento farmacológico, principalmente gracias a su completo y amplio mecanismo de acción comparado con la acción focalizada en un único objetivo de los fármacos biológicos1,10.
Además, se ha comprobado que la curcumina repara el daño de la barrera intestinal y ayuda a los pacientes con EII a alcanzar la curación mucosa, lo que conduce a un mantenimiento de la remisión completo y duradero8.
Efecto de la curcumina en el microbioma
El microbioma es quizás uno de los aspectos más fascinantes de la biología humana. Está relacionado con los billones de bacterias, hongos, virus, arqueas y protozoos que viven en nuestro sistema digestivo y que constituyen la mayor parte de nuestro sistema inmunitario. Esta comunidad microbiana regula muchas funciones fundamentales de nuestro organismo y tiene un efecto directo en nuestra mucosa intestinal, en el sistema nervioso e incluso en la producción de neurotransmisores.
Pero para que el cuerpo funcione de forma sana y conserve un estado de equilibrio inmunitario, el microbioma debe mantener un delicado balance entre determinadas bacterias. La alteración de este equilibrio se conoce como «disbiosis intestinal» y, según algunos estudios, puede provocar de manera directa el debut o inicio de una enfermedad, en particular de enfermedades autoinmunes como la enfermedad de Crohn. En concreto, la reducción de bacterias como Firmicutes y Bacteroides y la sobreproducción de Proteobacterias se han vinculado a la EII.
A medida que se sabe más sobre el microbioma y su papel en relación con la EII, los investigadores han empezado a realizar ensayos para comprobar el efecto de la curcumina en la disbiosis intestinal. Hasta el momento, la evidencia muestra que, en efecto, la curcumina puede presentar de forma directa efectos reguladores en el microbioma e incluso puede alterar su composición para conseguir un equilibrio más saludable entre la microbiota beneficiosa y la patogénica7.
Según una revisión reciente, los pacientes que tomaban curcumina tenían menos bacterias proinflamatorias (por ejemplo, prevotellaceae, coriobacteriaceae, enterobacterias, y enterococos) y niveles más elevados de bifidobacterias y lactobacilos antiinflamatorios11.
Curcumina dirigida al intestino
Si bien la curcumina responde sin duda a su reputación de «medicamento milagroso», la curcumina normal no presentará en toda su magnitud estos potentes efectos en el tratamiento de la EII, a menos que se desarrolle y se formule de forma específica para que se dirija directamente a la mucosa intestinal12. Para obtener los mejores resultados, se recomienda ingerir la curcumina «diseñada para actuar directamente en el intestino», puesto que es la única formulación que ha demostrado en ensayos clínicos reducir los síntomas, inducir la remisión, alcanzar la curación mucosa, además de mantener la remisión a largo plazo en pacientes con EII12
Referencias
1Turmeric and Its Major Compound Curcumin on Health: Bioactive Effects and Safety Profiles for Food, Pharmaceutical, Biotechnological and Medicinal Applications. Sharifi-Rad. Front Pharmacol. 2020 Sep 15;11:01021. doi: 10.3389/fphar.2020.01021. PMID: 33041781; PMCID: PMC7522354.
2Curcuma longa extract supplementation reduces oxidative stress and attenuates aortic fatty streak development in rabbits. Quiles. Arterioscler Thromb Vasc Biol. 2002 Jul 1;22(7):1225-31. doi: 10.1161/01.atv.0000020676.11586.f2. PMID: 12117742.
3Inhibition of the NF-κB signaling pathway by the curcumin analog, 3,5-Bis(2-pyridinylmethylidene)-4-piperidone (EF31): anti-inflammatory and anti-cancer properties. Olivera. Int Immunopharmacol. 2012 Feb;12(2):368-77. doi: 10.1016/j.intimp.2011.12.009. Epub 2011 Dec 22. PMID: 22197802; PMCID: PMC3372981.
4Curcumin and Intestinal Inflammatory Diseases: Molecular Mechanisms of Protection. Burge. Int J Mol Sci. 2019 Apr 18;20(8):1912. doi: 10.3390/ijms20081912. PMID: 31003422; PMCID: PMC6514688.
5Interleukin-1 associations in inflammatory bowel disease and the enteropathic seronegative spondylarthritis. Vounotrypidis. Auto Immun Highlights. 2013 Feb 22;4(3):87-94. doi: 10.1007/s13317-013-0049-4. PMID: 26000147; PMCID: PMC4389024.
6Bioactive food components, inflammatory targets, and cancer prevention. Kim. Cancer Prev Res (Phila). 2009 Mar;2(3):200-8. doi: 10.1158/1940-6207.CAPR-08-0141. Epub 2009 Mar 3. PMID: 19258539; PMCID: PMC3449301.
7Gut Microbiota as a Prospective Therapeutic Target for Curcumin: A Review of Mutual Influence. Zam. J Nutr Metab. 2018 Dec 16;2018:1367984. doi: 10.1155/2018/1367984. PMID: 30647970; PMCID: PMC6311836.
8Timothy M. Panknin et al: Curcumin Supplementation and Human Disease: A Scoping Review of Clinical Trials. Int. J. Mol. Sci. 2023,24, 4476
9Funk, J.L.; Schneider, C. Perspective on Improving the Relevance, Rigor, and Reproducibility of Botanical Clinical Trials: Lessons Learned From Turmeric Trials. Front. Nutr. 2021, 8, 782912.
10Lin Y, Liu H, Bu L, Chen C, Ye X. Review of the Effects and Mechanism of Curcumin in the Treatment of Inflammatory Bowel Disease. Front Pharmacol. 2022;13:908077. Published 2022 Jun 20. doi:10.3389/fphar.2022.908077.
11Zam W. Gut Microbiota as a Prospective Therapeutic Target for Curcumin: A Review of Mutual Influence. J Nutr Metab. 2018 Dec 16;2018:1367984.
12Curcumin in Combination With Mesalamine Induces Remission in Patients With Mild-to-Moderate Ulcerative Colitis in a Randomized Controlled Trial. Lang. Clin Gastroenterol Hepatol. 2015 Aug;13(8):1444-9.e1. doi: 10.1016/j.cgh.2015.02.019. Epub 2015 Feb 24. PMID: 25724700.